Como todo el mundo, a lo largo de mis 22 años de vida he hecho muchísimas cosas de las que me he arrepentido muchísimo después. Pero si hay algo que me reconcome las entrañas DE VERDAD es recordar ese fatídico día del año 2007, la mañana en que fui a rellenar el sobre de matricula de la universidad después de haber perdido un año de mi vida en informática.
En serio, ¿que coño se me pasó por la mente para elegir alemán como segundo idioma? Debió ser algún tipo de enajenación mental... además, recuerdo haber pensado "¿francés o alemán? bueno, mejor alemán, para aprender algo nuevo". Dios, si alguna vez pudiera viajar en el tiempo (tardis, delorean, da igual xD) volvería a ese momento y me metería una paliza.
Los días anteriores a los exámenes de septiembre son el doble de deprimentes cuando tienes que malgastar las tardes de agosto enfrente de un cuaderno de vocabulario alemán. Lo juro.
Con lo feliz que sería si hubiera elegido la casilla de francés...
Suena:
George Baker - Little green bag